 No, no me refiero a los jugadores.  Que a estas alturas, y tal como está el paño, haya 17 autobuses para ir a  Alicante es para hacerle un homenaje perpetuo a la afición del Cádiz. Animar a  tu equipo para que no descienda es normal, cuando el Cádiz estaba en primera,  porque ese era el objetivo. En segunda optábamos por el ascenso o la  tranquilidad, pero que 17 buses llenos de benditos majarones vayan hasta a  Alicante, para animar a un equipo que se ha arrastrado esta temporada por la  segunda división, es para quitarse el sombrero. Esto nos demuestra dos cosas; la  primera es que a la afición siempre le dolerá esto más que a ningún futbolista y  la segunda es que la afición del Cádiz está a años luz de los jugadores en  cuanto a compromiso con el equipo.
No, no me refiero a los jugadores.  Que a estas alturas, y tal como está el paño, haya 17 autobuses para ir a  Alicante es para hacerle un homenaje perpetuo a la afición del Cádiz. Animar a  tu equipo para que no descienda es normal, cuando el Cádiz estaba en primera,  porque ese era el objetivo. En segunda optábamos por el ascenso o la  tranquilidad, pero que 17 buses llenos de benditos majarones vayan hasta a  Alicante, para animar a un equipo que se ha arrastrado esta temporada por la  segunda división, es para quitarse el sombrero. Esto nos demuestra dos cosas; la  primera es que a la afición siempre le dolerá esto más que a ningún futbolista y  la segunda es que la afición del Cádiz está a años luz de los jugadores en  cuanto a compromiso con el equipo. Me parece mentira tener que estar hoy pendiente de la  maldita radio para saber si mi equipo se queda o se nos va. Me parece mentira, y  me duele en el alma, que equipos de primera estén pensando en jugadores de este  equipo para la temporada que viene, mientras que esos mismos jugadores no son  capaces de sacar esto a flote. Me duele porque si se consuma la tragedia es lo  de siempre: “Id llorando vosotros, que ahora vuelvo”. 
  Espero, y deseo, que los jugadores del Cádiz hagan  solo una machada esta temporada: la de hoy. No hablo ya de hacerlo por sentir  unos colores. El futbolista solo siente el verde de los billetes. Tienen que  hacerlo por vergüenza torera, por casta profesional, por rabia personal, por  motivación personal y todo lo que usted le quiera añadir. Un tío que cobra lo  que cobra (que en el Cádiz los hay muy, pero que muy bien, pagados) no puede  permitir que su equipo se hunda mientras equipos más modestos le vacilan desde  arriba. A Dani Pedrosa no le puede ganar Paco Castrourdiales con un Vespino. En  una carrera, vale la canasta, pero que le gane al final del mundial de  motociclismo sería para correr a babuchazos a Pedrosa. Pues esto es lo que está  pasando con el Cádiz de esta temporada.
  Ojala que todo haya sido un mal sueño y esta noche el  cadismo pueda respirar tranquilo. Pero si eso llega, por lo más sagrado que  nadie haga la catetada de salir a la calle a celebrar una permanencia  vergonzosa. Para ser un cateto (en sentido futbolístico) no hace falta llevar la  camiseta del Madrid o del Barcelona. Se puede ser un cateto capitalino y  cadista, por ejemplo celebrando cosas sin sentido alguno.
  Hoy no me apetece pegar la oreja a la radio, porque  sería amargarme un domingo que necesito para descansar. Los cadistas somos tan  masoquistas que lo mismo escucho la jornada, ya verás, pero es que no me creo  que el Cádiz vaya a ganar en Alicante. Ya me gustaría pensar lo contrario. Mucho  me temo que si el Cádiz se salva sea por errores ajenos, porque más de un punto  no creo que saquemos hoy, vista la trayectoria de nuestro  equipo.
  Ojalá el equipo me dé una bofetada sin  manos, pero pase lo que pase, los que son dignos de salir a hombros son los de  los 17 autobuses. Esos sí que son los Héroes de  Alicante.
 
   

