El motivo de mi última tardanza no ha sido otro que un viaje que estaba desenado repetir desde hace unos cuantos años. Sí, he vuelto a Venecia, La Serenissima República, por tercera vez en mi vida y espero volver en cuanto pueda. Echaba de menos esas callejuelas, tan parecidas a los callejones de mi Cádiz, ese ambiente marinero y esa decadencia tan infinitamente hermosa. Grande, muy grande. Probablemente haya hecho más kilómetros andando en Venecia que en Cádiz. Cada calle es un "por aquí he pasado ya", seguido de un "no, por aquí no era". Todo es lo mismo y nada es igual. Por eso no me cansa. Creo que es la única ciudad, aparte de Cádiz, que me emociona. Las demás que he visitado me han gustado. Unas mucho, otras menos y otras muy poco. Pero emocionarme...Venecia.

En estos días, con más tiempo, os iré desgranando mas detalles de esta preciosidad. Posiblemente alguno de vosotros sólo espere de este blog un espacio para el descojone, pero esta es mi ventanita al mundo exterior y cabe todo lo que me gusta.
He vuelto. Gracias por la espera.

