"PAPAS A LA BRAVA"

Tenía pensado que mi post de felicitación iba a ser el último antes de la Navidad, pero ahora que se cumplen 2008 años del invento navideño, no he podido resistirme a darle un repasito bloguero al jefe de los inventores del evento.

En estas fechas en la que Su Santidad debía dirigirse al mundo para transmitir la buena nueva del nacimiento de Cristo, se dedica a volver a cargar contra todo aquello que discrepe con el sexo que Dios le ha dado. No soy católico ni homosexual, así que no tengo partidismo a la hora de exponer mi punto de vista, ni temor a ser castigado por la ira vaticana. La iglesia lleva más de dos mil años sin modernizarse, sin adaptarse a los tiempos. Cuando estudié Magisterio me saqué el título de Profesor de Religión, pero vi aquello tan absurdo que ni siquiera me molesté en solicitarlo, a pesar de haberlo aprobado.

Me parece lamentable que a estas alturas de la humanidad la Iglesia todavía condene a alguien por su condición sexual. La Iglesia predica el amor y el amor no entiende de sexos. Entiende Su Santidad que el que nace con un sexo que no coincide con su mente no tiene derecho a nada más que a llevar esa cruz hasta el fin de sus días. ¿Debería entonces el nacido con una afección cardíaca operarse para contradecir a Dios?. ¿Son también malditos los trasplantados por oponerse al designio divino de tener un órgano que no les funciona?.

Por más que le duela a nadie hay gente que nace homosexual o transexual. Y esto no lo cambia ni Dios. Dice el Papa que la homosexualidad es tan dañina como el cambio climático. Que es Dios quien decide quién es hombre y quien mujer. Pues, con todos mis respetos hacia el Creador, Dios también comete fallos y si rectificar es de sabios en mal lugar queda Dios si no permite que su obra se rectifique.

El daño a la humanidad no lo hace una condición sexual de una persona. Lo hace su conducta para con los demás, sin importar su sexo ni su religión. Un católico engreído e intransigente puede hacer mucho más daño al mundo que un homosexual que viva su vida respetando a todos con el mismo respeto que quisiera para él. La iglesia se ha quedado estancada y si no moderniza su mensaje, mal lo lleva. Habla de desvincular del sacerdocio a quién practique la homosexualidad, cuando lo coherente (según sus postulados) sería prohibir a los sacerdotes cualquier tipo de sexualidad. El Papa defiende una ecología del hombre, una defensa de sus valores. ¿Pretende el Papa cambiar los locales de ambiente por otros de medio ambiente?.

En fin, que escribir toda esta parrafada en vísperas de Nochebuena no entraba en mis cálculos, pero no he podido resistirme. Cuando dejemos de ver negros, blancos, homosexuales, heterosexuales, payos, gitanos, moros, cristianos y empecemos a ver solo personas, habremos dado un gran paso para ese mundo que soñó el que nace hoy.