Esto decían los colegas del cuarteto de Rota en una de sus parodias de Currito de la Cruz y dice un amigo mío que en todos los pueblos hay un tonto con una preocupación. Aquí en Cádiz, a nivel futbolístico, no tenemos de qué preocuparnos, salvo de mantener la racha, pero ya hay quien anda preocupado en la Tacita. Líbreme Dios de llamar tontos a esos que se preocupan, pero yo es que cada día flipo más que los Beatles cuando fueron a la India a mezclar cositas con el tabaco. En lugar de disfrutar de la posición en la que estamos, ya hay quién se pregunta si será bueno esto de ganar casi todos los partidos. Le contesto: no sólo es bueno sino que, además, el fútbol se inventó para esto, para ganar todos los partidos que se puedan. Cuantos más, mejor.
Ahora andan algunos comiéndose la cabeza sobre si no nos estaremos acostumbrando demasiado a lo bueno, sobre si esta renta sobre los perseguidores no perjudicará al equipo al verse tan sobrado, etc, etc. Yo creo que el palo que había que darle al equipo ya se lo dio el Conquense, que se llevó el gato al agua después de ir perdiendo 2-0 al descanso. A partir de ahí el equipo se ha puesto las pilas y la suerte también está acompañando. Yo estoy seguro que las derrotas llegarán, es la ley del fútbol, pero cuanto más pronto nos aseguremos el primer puesto, mejor que mejor. Este Cádiz tiene capacidad para conseguirlo y, visto lo visto, a nadie se le ocurre pensar que no sea ese el objetivo, por más que se quiera hablar con la boca pequeña para evitarse disgustos a final de temporada.
Es cierto que la posibilidad de relajación es directamente proporcional a la ventaja tenga uno sobre los demás. A mayor distancia mayor es la tentación de rascadura gonadal pero las semanas van pasando, las distancias aumentando y el Cádiz escalando. Javi Gracia tiene dos enormes virtudes; una es su capacidad técnica y la otra es su capacidad psicológica. Lo más difícil no es ganar todos los partidos sino seguir peleando con el convencimiento de que no hay nada hecho todavía. Ya de dicho varias veces que para ser el mejor tienes que estar convencido de que puede haber alguien mejor que tú. Si el Cádiz acaba la temporada a este ritmo es para hacerles un monumento al entrenador y a los jugadores. Si lo conseguimos, ríase usted de la capacidad analizadora y calculadora de Anibal Lecter.
Hoy toca el Écija y luego el Marbella, de nuevo en casa. Como ganemos hoy los quebraderos de cabeza volverán a ciertas mentes. Las mismas mentes que, si perdemos, empezaran a pensar en el fin de la era Gracia y el inicio de la debacle amarilla. Yo lo tengo claro. No pienso preocuparme ni por ganar ni por perder esta tarde. Si ganamos, ole “suscohoneahí” y si perdemos… pues tenía que pasar tarde o temprano.
El Écija es un rival más incómodo que un cojín de mármol y veo por las estadísticas que suele hacer pupa a los técnicos en Carranza. Ya veremos qué pasa. Hoy seguro que, sea cual sea el marcador, habrá gente en Carranza pensando: “Curro, ¿me preocupo o no me preocupo?”. Ellos sabrán.