A los futbolistas, salvo contadas excepciones, les importa un soberano carajo el escudo que llevan en el pecho. Ya puede tener el escudito una corona real, ducal o un Frigo Dedo con la bufanda del club. Hasta cierto punto puedo llegar a admitir que el escudo les importe ese carajo anteriormente citado. Les explico, si yo fuera futbolista profesional y me contratara el Logroñés (por ejemplo), les aseguro que yo no sentiría lo más mínimo por esa camiseta y ese escudo. Si acaso, algo de respeto por su historia y poco más. Yo me limitaría a hacer mi trabajo lo mejor que supiera y punto.
Siempre he pensado que sólo hay dos tipos de futbolistas: los que sudan la camiseta y los que la camiseta se la suda. En el Cádiz de este año han abundado los segundos. Sólo con grandes dosis de apatía y rascamiento cojonal ha podido descender este equipo, hecho a base de figuras de barros. Ahora ellos se van, porque la mayoría de estos tipos son tan deshonestos que incluyen en sus contratos cláusulas anti-descenso. Es decir, si yo soy causante (en la parte proporcional que me toca) de un marrón deportivo tengo patente de corso para huir como una rata y que se lo coma otro. Magnífico, la ética llevada a sus máximos extremos en el terreno deportivo.
Ahora el Cádiz, todavía con el lío pendiente de saber donde jugará la temporada que viene, busca jugadores con compromiso. Señores directivos cadistas, olvídense de eso. En este mundo del fútbol hay muy pocos futbolistas de esa calaña. Abundan los de la otra. A la mayoría solo le duele la de Ubrique, la cartera, y no los escudos ni las camisetas. Así que ahí, precisamente ahí, es donde hay que tocarle a los nuevos.
Se acabaron la cláusulas anti-descenso y pongamos cláusulas anti-fracaso. Este tipo de cláusula sería más o menos que en caso de fracaso estrepitoso (como el de este año) el jugador no sólo no se larga, sino que se queda tres años más cobrando la cuarta parte del sueldo. ¿Cuantos lo firmarían?. A priori nadie, pero a estos tipos hay que hacerles ver que, para el Cádiz, no es un fracaso descender de Primera a Segunda, pero sí lo es bajar a Segunda B. Como lo es para todo un Zaragoza descender a Segunda, cuando era un equipo hecho para pelear por la Champions.
Recuerdo el año del descenso de la Real Sociedad, a causa (vaya conicidencias) de un penalti fallado por Savio en el último partido. Savio acabó llorando y la afición (ya en Segunda matemáticamente) gritaba "Savio, Savio", para dar ánimos al brasileño. El jugador se retiró del campo con lágrimas en los ojos y aplaudiendo a sus aficionados. Días mas tarde, la directiva de la Real le ofrecía a Savio la renovación y éste la declinó ,y acabó fichando por el Levante, equipo que jugaría en primera la siguiente temporada. De pena. Si te vas a ir no llores y si lloras... quédate.
Ahora que tenemos que formar a un equipo casi nuevo, vamos a amarrarnos los machos y a fichar con cabeza y seriedad en las cláusulas, que para rascapelotas y sinvergüenzas ya hemos tenido bastante esta temporada.
Típica imagen de un grupo de jugadores con la cabeza puesta en el partido.
En fin, queridos blogueros, que la canción que debería ser el himno de los futbolistas de más de medio mundo. No les deseo que se lo gasten en farmacia, sólo les deseo larga vida para que tengan tiempo suficiente de arrepentirse de haber ganado ese dinero sin merecerlo. Para todos ellos, va este tema: MONEY, de Pink Floyd.
8 comentarios:
poderoso caballero es dondinero, tanto tienes tanto vales dice un refran verdadero....asi y algunos mas ejemplos como estos, ilustran el refranero español, rico en sabiduria, pero sabiduria de la buena, la que da la experiencia, mercenarios, peseteros......el fin es que ellos miran por su futuro y por lo de su gente, cosa loable, nosotros miramos por nosotros por unos colores, que , mas nos dan sinsabores que alegrias, en definitiva, todos tenemos razon, cada uno la suya, lo que si es cierto es....QUE BONITO SERIA EL MUNDO...SI NO EXISTIERA EL DINERO
AHI TIENES RAZON:Entiendo que todos trabjamos por dinero, incluso jugar al fútbol se hace por dinero, pero nunca en otros sectores profesinales he visto que te paguen por no realizar tu trabajo.Probemos a tomarnos lo que queda de año relajaditos como esstos futbolistas, sin correr, sin sudar... a ver que nos pasaría. En fin, no entiendo nada,yo comprendo que si soy de Cádiz no me voy a partir la camisa por Cuenca (con lo bonita que es), pero esto es un trtabajo y hay que cumplir que para eso te pagan y a algunos muy bien.Sólo en el fútbol el trabajador se puede permitir el lujo de irse cuando las cosas van mal, para mí el fútbol es el mundo al revés, laboralmente hablando.En fin lo que ha hecho el Cádiz esta temporada, para mí tiene un nombare: FUTBOL DE GARRAFON.Te seguiré desde la Calle del GRano.
AHI TIENES RAZON:Entiendo que todos trabjamos por dinero, incluso jugar al fútbol se hace por dinero, pero nunca en otros sectores profesinales he visto que te paguen por no realizar tu trabajo.Probemos a tomarnos lo que queda de año relajaditos como esstos futbolistas, sin correr, sin sudar... a ver que nos pasaría. En fin, no entiendo nada,yo comprendo que si soy de Cádiz no me voy a partir la camisa por Cuenca (con lo bonita que es), pero esto es un trtabajo y hay que cumplir que para eso te pagan y a algunos muy bien.Sólo en el fútbol el trabajador se puede permitir el lujo de irse cuando las cosas van mal, para mí el fútbol es el mundo al revés, laboralmente hablando.En fin lo que ha hecho el Cádiz esta temporada, para mí tiene un nombare: FUTBOL DE GARRAFON.Te seguiré desde la Calle del GRano.
Vuelvo otra vez, porque necsito decir algo, sé que esto no es aficionadamente correcto, pero es lo que pienso.Creo que parte de culpa de lo que le pasa al Cádiz lo tiene la afición, sí, porque entiendo que apoyes a tu equipo hasta el morir, pero siempre y cuando el equipo se lo merezca, no puedes estar riendo las "gracias" a un niño que se porta mal, de alguna manerta hay que castigarlo, y la afición lo único que ha hecho es perdonárselo todo a su equipo.Con la temporada que ha hecho el Cádiz, no puede tener no sé cuántos autobuses en Alicante, com si los chavales se estuvieran dejando la piel en el césped cada domingo. No se merecen esta afición, pero la afición sí que se merece este equipo, por ser unos "padres " permisivos y malcriarlo.Te seguiré escuchando desde la Calle del Grano.
Tan bien cuando te pones serio sabes dar en el clavo mejor que nadie, aunque en este caso, los culpables tengan una oreja enfrente de la otra y los oidos tapados con toda la cera que les habeis dado durante la temporada.
Trankilo, en dos años a primera... ¡¡y sabes que cuando te lo "auguro" algunas veces incluso casi acierto!!
Otro abrazo.
Marisa
Desde fuera (ya que yo no soy del Cadiz C.F., aunque me cae bien) voy a dar un punto de vista algo polémico sobre este tema.
Creo que los cadistas no tienen ni la mas remota idea del daño (DA-ÑO) que le puede hacer a su club, a su entidad, a su equipo, el famoso cántico de "el resultado nos da igual".
¿Cómo que "nos da igual"? Está visto que no, que el resultado si que importa, y mucho. A la gente le duele esta tragedia del descenso.
¿Se imaginan a un aficionado del Real Madrid, Barcelona, Atlético, Valencia o Sevilla, por ejemplo, cantar "el resultado nos da igual"?
Yo recomiendo (o mas bien, opino) que si los cadistas quieren (y yo también lo quiero) ver a un Cádiz más estable y grande deberían recapacitar sobre esos animos: A lo mejor los jugadores del Cádiz se han creido que el resultado si que da igual.
Bueno, espero no ofender a ningún cadista con este comentario, repito que aunque no sea cadista a mi también me gustaría ver al Cádiz C.F. mucho más arriba de lo que está.
Un saludo, Yuyu, a ti y a todos los blogueros
Dani, no solo no ofendes, sino que llevas más razón que un santo. A mí no me gustó nunca esa cancioncita de los cojones. El daño no es que se pueda hacer, es que ya está hecho. La afición del Cádiz hemos sido muy poco exigentes y ya es hora de ir cambiado determinados aspectos. Para llegar arriba hay que exigir.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Pero a ver tampoco vamos a querer cambiar la idiosincracia de la afición del Cádiz, aquello que la hace única y por lo que es un equipo querido en casi todos sitios. El caso es primo hermano que el del Zaragoza, que es una plantilla diseñada para estar mucho más arriba y que los jugadores al verse en una situación que no estaban acostumbrados no han sabido responder. Las responsabilidades hay que pedírselas a los directivos y jugadores.
Saludos
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