martes, 22 de julio de 2008

CON PERMISO DE DON BILL

Cuando Bill Clinton vistó España a mediados de los 90, tuvo la ocasión de ver caer el sol en la Alhambra de Granada y declaró haber comtemplado la más bella puesta de sol del mundo. No seré yo quién para desmentir a Don Bill, entre otras cosas porque nunca he visto la caída del sol desde tan bello lugar como la Alhambra, pero de lo que sí estoy seguro es de que si Clinton pisa La Caleta cualquier tarde de estas... lo mismo le entran las dudas.

Como no ví nunca atardecer en la Granada de los Boabdiles, les contaré y les enseñaré lo que se siente viendo caer el sol en La Caleta. Es una mezcla de sentidos total, la caída del sol caletero no sólo se ve, además se huele. Para disfrutarlo del todo hay que bajar a la orilla, no basta con quedarse flipado en la barandilla del Balneario. Hay que subirse encima de una piedra en bajamar y desde allí se podrá ver ese magno espectáculo del mar tragándose al sol entre barquillas y rocas. Encima de la piedra se respira erizo, cangrejo y algas, tres elementos químicos que componen el aire de La Caleta. Éxtasis total, Don Bill, se lo juro.

Esta tarde me dio un siroco de verano y me fui a hacer fotos a La Caleta. Hacía tiempo que no disfrutaba de su puesta de sol y hoy me dio el punto. Una maravilla, para que les voy a mentir. Mi condición de gaditano no engloba el chauvinismo barato, pero lo que es gloria, es gloria, aquí y en la Alhambra.

Os dejo con unas cuantas imágenes de lo que os he contado. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero presenciar en directo un atardecer en la Caleta vale más que mil imágenes y, por lo tanto, más que un millón de palabras.

Pero como también me gusta la palabra, rescato del baúl de mis recuerdos un bonito pasodoble de Los Cubatas, chirigota de 1986, que viene como anillo al dedo para los pies de fotos.

Que lo disfrutéis.

Si quieres ver la claridad mas pura y del sol la clausura, como canto el poeta,
si nunca has visto la Torre Tavira , de azul y oro vestida vente pa la caleta.

Si quieres ver toda la malla junta vente mi niña a la roca
ya se que eso a tu padre le disgusta
pero si te pregunta,
silencio y punto en boca.

Vente conmigo chiquilla un dominguito cualquiera
que te llevo en mi barquilla
hasta perder la escollera

cuando el mar se esté tragando
esa gran bola de fuego

iremos pa tierra
con el viento de poniente
nos abrazaremos frente al último reflejo
y allí compadeceremos a to esa gente
que no disfruta.... este cielo.


AMÉN

6 comentarios:

salszburgo dijo...

Guerrero, has nacido a destiempo, pareces un hombre del Renacimiento, ¿qué pasa, que todo en lo que te empleas, se te va a dar bien? ¡Qué fotos más deliciosas¡ ¡Qué luz tan bonita¡ Algo harás regular, ¡vamos digo yo¡

kikzgades dijo...

Yo he vivío 8 años en Granada y el atardecé de la Alhambra e un mohón comparao con el de Cai. Pero amos que pa gusto están los colore. Las fotos preciosas, riete del Cata a tu vera. Y ademá del atardecé lo bien que se hace footing por el campo del sú, ¿ehN Yuyu? ¡Anda que no! jejeje

virma dijo...

Yo que siempre reconozco que estoy un poco enamorada de Granada, por su belleza y los maravillosos rincones por los que uno se puede perder,es verdad,tiene su encanto ver ponerse el sol tras la alhambra desde el mirador de San Nicolas en to lo alto del Albaicin,pero creo no hay belleza comparable a una puesta de sol en la caleta,para mi es algo tan impresonante es magico ver perderse el sol, tras un mar de plata brillante,a mi me teletransporta a un mundo de recuerdos lejanos y tiernos que ojala volvieran.Ante esta comparacion que hoy nos planteas, querido yuyu, recuerdo una cancion del añorado Carlos Cano,que se titula, una sirena en la Alhambra, y decia:llevadme pa la caleta que me muero tierra adentro.... asi me siento yo cuando no estoy aqui.besos y ciaoooooooooooooo

Anónimo dijo...

No hay un amanecer igual; no hay un ocaso que las nubes conformen idénticas figuras. No hay espectáculo diario y gratuito que pueda compararse a contemplar absorto el movimiento lento y lejano de las nubes iluminadas por el sol de ese maravilloso lugar que describes y magníficamente retratas.

Cuando despierta el sol o se adormece, dibuja en el horizonte su reflejo. La luna envidiosa no se arredra y entre las nubes juguetea pintando de acuarela la masa nubosa que cómplice se presta a esconder su luz tras ella.

Un amanecer es sólo comparable con el beso de amor de quien te adora.
Una puesta de sol tan sólo se asemeja a la primera vez que contemplas a tu hijo recién nacido.

Felicidades a quienes podéis disfrutar a diario de esa sensación única de ver morir el sol en la Caleta. El resto del mundo simplemente tenemos que conformarnos con sentir envidia.

Felicidades amigo una vez más por tener esa suerte y por el talento que nos regalas. Eres el Midas de este siglo, porque haces irrepetible todo lo que tocas y lo conviertes en oro.

Un abrazo.

Marisa

Anónimo dijo...

Te felicito por esas fotos(las musas del retrato estaban esa tarde contigo,ya sabes,hay veces que por muy inspirado que este uno y aunque enfoque bien no sale lo que uno pretendía captar).

Anónimo dijo...

Y si coincide la puesta de sol con musica desde el Castillo de Santa Catalina, entonces ya es "pa matarse".