MAESTROS MALOS Y BUENOS
“El maestro malo no puede
cobrar lo mismo que el maestro bueno”. La frase no es mía, es del filósofo José
Antonio Marina, fichado por el Gobierno para elaborar un Libro Blanco sobre la
profesión docente. Estoy de acuerdo; el profesional malo no puede cobrar lo
mismo que el bueno, pero ya sean maestros, ministros, diputados o Presidentes
del Gobierno. Yo soy Maestro, aunque nunca llegué a ejercer, pero conozco lo
que supone enfrentarse a un alumnado todos los días. A un alumnado y a sus
padres, porque esa es otra. En otros tiempos, el maestro llamaba a los padres
para advertirles sobre los malos resultados de su hijo y los padres le daban un
cate al niño. Los padres de hoy le dan el cate al maestro. Las leyes del querer
ser más modernos que nadie ha ido creando monstruos escolares, niños que saben
que pasaran de curso pese a suspender (para no crearles traumas, pobrecitos) y
no solo pasan de curso, sino que pasan del maestro. Y el pobre docente tiene
tres opciones: O pegarse un tiro, o fracasar en el intento de formar a esos
Gremlims o sumarse al carro de la desidia y dejar pasar los cursos y las
nóminas sin complicaciones. Que aprenda el que quiera, pensará el pobre
maestro. No se puede uno pelear contra la maquinaria del Estado en materia de
Educación. Pero no se equivoquen, que el fracaso escolar no es por culpa de los
malos maestros. Es por culpa de los malos políticos que hacen leyes para que se
estrellen los maestros. Y esos son lo que no deben cobrar más que los maestros.
1 comentario:
Yo sí ejerzo como docente y grosso modo comparto tu comentario.
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